El uso de instrumentos no es exclusivo del género humano
¿En qué punto se produce la emergencia de la tecnología tal como la reconocemos en el ser humano? Pues, de hecho, el uso de instrumentos (objetos que permiten alterar el entorno en vistas de algún fin) no es algo exclusivo de la humanidad.
En los animales ya se observan conductas instrumentales. Las aves recolectan ramas y objetos del medio para confeccionar sus nidos destinados a sus polluelos. También los primates, como el mono capuchino, usan rocas para romper frutos para obtener sus alimentos (*).
En estos casos y otros similares, se observa el empleo de objetos del entorno como medios para un fin, ya sea de un modo directo y oportunista (tomar una roca y romper un fruto), o construyendo algo para un propósito determinado (un nido para incubar y criar).
E incluso hay casos de animales que demuestran una conducta instrumental mucho más desarrollada, volviendo aún más difusa la diferencia esencial en este tipo de comportamientos respecto del ser humano.
El chimpancé, nuestro pariente vivo más cercano, no solo aprovecha ciertas ramas para comer hormigas y termitas, sino que además ha demostrado ser capaz de modificarlas con sus manos y dientes para darles cierto filo: crea una especie de “lanza” y “caza” monitos del monte que duermen escondidos dentro de los árboles (**).
Pero hay más. Este nivel de uso instrumental va más allá del orden de los primates (y de la clase de los mamíferos).
Los cuervos de Nueva Caledonia fabrican pequeños “ganchos” a partir de ramas que luego usan para capturar con gran eficiencia arañas e insectos (***). Esto no es menor, la creación de ganchos usados en la pesca tiene menos de 30.000 años en la historia del Homo Sapiens.
¿Qué diferencia esencial hay, entonces, respecto del uso de instrumentos por parte del ser humano?
El género Homo utiliza instrumentos para producir otros instrumentos
De acuerdo a los estudios prehistóricos (IP 91), la primera herramienta fabricada por el linaje humano son rudimentarios “cuchillos” o piedras con filo (lascas) obtenidos de rocas quebradas intencionalmente. Éstas ya se documentan hace 3.3 millones de años, pero solo se las ha podido asociar al Austrolopithecus garhi hace 2.5 millones de años. En el caso del Homo habilis la evidencia es más clara. Su capacidad de fabricar y usar estas herramientas le hizo merecedor de su nombre y de ser considerado la primera especie del género Homo.
Ahora bien, aunque el chimpancé también toma de su entorno un objeto y lo transforma en una herramienta para un determinado fin, lo hace siempre sin mediar otra herramienta adicional del medio.
“Hasta ahora, ningún chimpancé ha conseguido usar una herramienta para fabricar otra. Ni siquiera enseñándole, y tras largas y exhaustivas pruebas, un chimpancé hembra fue capaz de manejar una especie de hacha de piedra fabricada con el objeto de hacer astillas un trozo de madera y utilizar aquéllas para extraer alimento de un tubo estrecho.” (Jane Goodall, SH 288)
En efecto, el chimpancé utiliza directamente sus manos y dientes -nada del entorno- para preparar su “lanza” o adaptar sus distintas herramientas. De igual modo el cuervo, utilizando pico y patas, dobla la ramita y produce su gancho, pero no ocupa ningún otro objeto más de manera intencionada.
El caso del ser humano es diferente. Desde sus inicios no solo crea una herramienta para un fin determinado, sino que compone o construye una herramienta que es capaz de producir otras herramientas. En otras palabras: conforma medios que permiten producir otros medios. Este es un umbral fundamental que no parecen cruzar el resto de los animales en la conducta instrumental (hasta donde se sabe hoy).
Como enseñan los estudios prehistóricos (P 58 y IP 115), durante el paleolítico inferior se inicia la producción de lascas cortantes (por ejemplo, para descarnar) hechas con “percutores” para golpear “núcleos” (y a veces sobre un “yunque”) para producir la herramienta requerida. Incluso, en el paleolítico medio, este set de herramientas productoras de lascas se perfeccionará para generar piezas cada vez más estandarizadas y especializadas a través de núcleos preconfiguados. Un ejemplo son las lascas denticuladas (similares a un serrucho para cortar madera) que representarían una nueva herramienta que, a su vez, también se usará para producir otras herramientas más (por ejemplo, una lanza de madera para cazar). El siguiente esquema puede aclarar el asunto:
Si bien parece solo una sumatoria que conforma cadenas de medios, lo esencial radica en que son medios -del entorno- utilizados para producir otros medios. Si bien se ha documentado primates (chimpancés) utilizando “lascas” que han surgido de la percusión de rocas contra frutos, estas se han producido siempre accidentalmente y en ningún caso de forma intencionada (FM58).
Pero, adicionalmente a este salto en la conducta instrumental, la distinción señalada permite prestar atención y reflexionar sobre un rasgo fundamental de nuestra propia sociedad tecnológica. Y es que desde hace un par de siglos los instrumentos se han vuelto eminentemente medios para medios en redes altamente complejas y en constante crecimiento (encadenamiento época técnica).
Desde la fabricación de engranajes que compusieron mecanismos que, a su vez, permitieron la construcción de otras herramientas (p.e máquina a vapor) para elaborar más herramientas (p.e. tren a vapor), hasta la creación de computadores y diversos lenguajes informáticos, capaces de crear un sinfín de herramientas que, a su vez, crean más herramientas con múltiples propósitos.
Pareciera ser una cadena y red de medios tan amplia que hoy a penas se logran ver los fines a los cuales apunta. Pero, de cualquier manera, no puede dejar de observarse que los medios productores de otros medios han sido parte de la historia humana desde sus comienzos hasta el momento presente de nuestra civilización altamente tecnologizada.
Referencias
– [IP] Introducción a la prehistoria, la evolución de la cultura humana, Fullola Pericot y otros, Ed. UOC (2020).
– [P] Prehistoria, el largo camino de la humanidad, Fernández Martínez Víctor, Ed. Alianza (2014)
– [SH] En la senda del hombre, Jane Goodall Ed. Salvat
– [*] Monkey tools raise questions over human archaeological record, Nature (2016): https://www.nature.com/articles/nature.2016.20816
– [*] Mono capuchino rompiendo frutos con rocas (video)
– [**] Savanna Chimpanzees, Pan troglodytes verus, Hunt with Tools, Current Biology: https://doi.org/10.1016/j.cub.2006.12.042
– [***] Cuervo confeccionando ganchos con ramas (video) ; otro cuervo recientemente descubierto (“Alala”) hábil en el uso de herramientas (video 2)
– Producción de lascas (video)
Un pensamiento en “Ser humano y conducta instrumental: medios para medios”